miércoles, 13 de marzo de 2013

El panameño y otras curiosidades

Algo tan curioso como Panamá es sin duda el propio panameño, que aunque te puedes encontrar de todo, en general son gente maja, tranquila, muy tranquila (salvo que esté conduciendo), pero maja.

Aunque aún no llevo demasiado por aquí y casi todo lo que se de los lugareños es lo que te cuentan los que llevan más tiempo en la ciudad,  y poco a poco voy confirmando que lo que dicen se cumple a rajatabla.

Una de las primeras cosas que te dicen al llegar es que la forma de hablar de los Españoles les suele parecer brusca o incluso que estás enfadado con ellos, así que tratas de ser lo más amable que puedes, lo cual te ayuda para desarrollar la paciencia infinita necesaria para hacer cualquier cosa por sencilla que sea, lo que te ayuda a su vez a desarrollar el autocontrol para no perder los buenos modales y el tono suave que te han recomendado,  lo que lleva a entrar el un estado de trance en el por fuera sonríes mientras que el psicópata que llevas dentro y que desconocías te sugiere cosas que jamas confesarías. Todo esto te prepara para no poner demasiada cara de idiota cuando por tu pinta de extranjero y novato te tongan en un taxi o por hacer una fotocopia. Pero bueno, pese a todo al final te ríes.

Como deporte de riesgo puedes hacer dos cosas. La primera es cruzar la calle, que básicamente se basa en descubrir si el destino ha decidido que debes morir ese día o no. Parece que es imposible cruzar, de echo un compañero nos contaba que al principio de venir se había quedado algún día sin comer por no atreverse a cruzar al restaurante de enfrente, pero oye, te lanzas y alguno frena, es probar. La segunda cosa es coger un taxi, lo que tiene un doble peligro, que te desplumen y un esguince cervical, pero aún así hay que probarlo.

Hacer cualquier trámite es terrible y por supuesto una oportunidad de negocio para una gran cadena de gente que, sin entender aún por qué, interviene , pero sobre todo si lo haces tu solo. En mi caso he tenido suerte, por que la empresa nos echa una mano y reduce esa cadena de gente a unos pocos eslabones. En la mayoría de los casos cualquier problema se suele resolver con dos sencillas preguntas, ¿a quién? y ¿Cuánto?, así que cuanto antes seas capaz de responderlas, antes terminas.
Como ejemplo, el otro día tuvimos que ir al ministerio de migración para conseguir el visado para trabajar.
Por suerte, la empresa cuenta con un despacho de abogados que te facilita los trámites, vamos, que responde a esas preguntas por tí. Al llegar nos esperaba una chica que por lo visto su función era coger número por ti, lo que es de agradecer por que hay una cantidad ingente de personas, y negociar con otros que  al parecer se dedican a lo mismo o a la reventa de número, no se, el caso es que nos dijo que nos sentáramos y al rato apareció con un número unas 100 posiciones antes que el que teníamos de partida. curioso.
Algo que por lo visto es tan típico como el sombrero panameño, es evitar las multas de tráfico "adjuntando" un billete de 20 a tu carnet cuando te lo pide el agente.
Y como esto pues casi todo, pero lo que al principio te sorprende o te hace gracia, al final lo ves tan normal, como si fueran sobres de un tesorero, vamos.
Por cierto, el sombrero panameño no es de Panamá, aún no he conseguido saber de donde, pero todos los panameños a los que he preguntado me lo han dicho, y que el bueno es el que se hace, casualmente, en Penonomé, que es donde voy a ir a trabajar, así que ya subiré alguna fotico.

Aunque cuente estas cosas o lo dejado del estado de la ciudad, no es tan malo como pueda parecer, de hecho mola bastante y tiene un encanto único. Una experiencia, desde luego.

2 comentarios:

Bárbara dijo...

Claro que si hombre... tú a vivir esa experiencia y a disfrutarla!!!. Pero... una cosa te digo: Haz el favor de no cruzar la calle si no lo ves claro!! A ver si vamos a tener que ir hasta alli para que no te juegues la vida en cualquier cruce ;).
Cuidate mucho, disfruta, y sigue escribiendo... que mola :))

Maria dijo...

Opino lo mismo, a la hora de cruzar, que sino vamos todos y te ayudamos.
Sigue contado cosas de por allí, es super-divertido, no había entrado hasta que me lo dijo tu madre. me encanta. Pasalo bien y disfruta. Besos de tu vecina.