lunes, 18 de marzo de 2013

¡Allá vamos Penonomé!

Después de una semana agotadora conociendo la rica oferta hotelera de Panamá City, llegó la hora de marchar a conocer.........Penonomé.

Empecemos por el viaje Panamá - Penomé.
Para ello que mejor que ir a google maps para ver lo que nos espera.
En principio es todo autovía, la panamericana, así que bien, buena pinta, aunque ya aparece esa cifra de dos horas...que te hace recelar, pero bueno, con nuestro fantástico Kia Río cargado hasta los topes  no hay miedo.


Al salir de Panamá piensas que qué carretera más buena, no se por qué pone eso de las dos horas si hay tres carriles bien asfaltados y sin apenas tráfico, pero bueno, el miedo ronda tu cabeza, no se, creo que lo llaman...instinto de supervivencia, y en este caso desafortunadamente no nos falló, en cosa de pocos kilómetros los tres carriles pasaron a dos y el asfalto impoluto a algo gris a medio camino entre asfalto y hormigón que bueno, proporcionaba un ligero masaje a tus riñones.

Según vas avanzando te das cuenta que hay cosas que echas de menos o que al menos te sonaba que solían tener las autovías. Al principio cosas tontas como el kilómetro en el que estás, por eso de si te toca llamar a una grúa poder decir dónde te tienen que ir a buscar,  o carteles de indicación de hacia donde vas, teléfonos de esos naranjas que pone SOS...etc,  pero después cosas un pelín más serias como pasos superiores para el cambio de sentido o salidas y entradas con carriles de aceleración y su cartelito  de hacia donde van. 
Esto ya...te empieza a preocupar, no se, un miedo tonto de estos que dices "Ay madre.....", pero cuando de verdad ves que los coches dan la vuelta en medio de la autovía, parándose  en un pequeño hueco entre los dos carriles de un sentido y los otros dos del otro y que se cruzan la autovía de lado a lado, es cuando ese sentimiento que pensabas que habías dejado en Panamá de que la muerte te acecha vuelve más rápido que tu Kia Río. Luego ya es cuando empiezas a atar cabos y comprendes que ese cartelito que veías de vez en cuando y que ponía "Retorno" se refería a algo.

Una vez superado shock y con un pequeño tic nervioso en el ojo, sigues el camino como si nada, descubriendo increiblemente que no es lo peor que te quedaba por ver. 
Resulta que la autovía panameriacana es como una gran calle de Panamá, la gente la cruza como si nada, incluso con niños en brazos, familias enteras, gente con bici...así que tu tic no mejora precisamente, y aunque el paisaje es muy bonito tampoco te puedes despistar, que igual se para un camión en medio a pasar al otro lado de la autovía como que cruza una familia de patos.

Otra cosa curiosa es el paso por los pueblos. Todos tienen al principio una pasarela peatonal, un detalle de agradecer, con publicidad de una compañía de móvil, bueno, de celular, ya sea movistar, "más movil" o "claro". También tienen un micro cartel con el nombre del pueblo y un centro comercial. Otro detalle de agradecer es que hay que reducir la velocidad a 80, no vaya a ser... y lo mejor, a la salida otro cartel con la frase "reasuma su velocidad".

Después de kilómetros interminables y  ver que el coche cada vez hacía cosas más raras al acelerar mejorando con ello el viaje, llegamos a Penonomé, al fin.

Lo primero que hicimos fue llegar al hotel para descargar las maletas, pero esto casi mejor lo cuento en la siguiente entrada, aunque como adelanto diré que el hotel está regentado por chinos...

1 comentario:

Evitahermana dijo...

Pero bueno, que no consigo dejar el comentario, será posible lo que se me resisten a mi las TIC.
En fin he escrito varias veces sin éxito, lo siguiente:
Nene, yo es que me parto y me mondo contigo. Lo que me he reído leyendo lo de la autopista, jajajajaja, que bueno. Por lo menos no os aburrís.
La verdad es que espero con impaciencia tus entradas en el blog.
Un besote de tu hermana mayor jijiji muak.